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Arquitectos: Raúl Almenara
- Área: 80 m²
- Año: 2020
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Fotografías:Asier Rua
"Es para mí algo vital, y así lo inculco a mis alumnos, no perder nunca de vista las diferentes disciplinas artísticas como la danza, pintura, escultura o moda, para inspirarnos en la labor de crear arquitectura"
Búsqueda de inspiración. Desde las civilizaciones y culturas más antiguas, el baile y la danza se funden con la vida del hombre, pasando a ser una seña de identidad entre tribus y pueblos, y comunicando su sentimiento con el entorno. Cabe señalar que la diferencia entre un baile y una danza es que esta última requiere estudios y técnicas más estructuradas que los bailes, los cuales suelen ser libres. Danzar es pues, una forma de expresión muy precisa y de comunicar, entendida incluso como expresión artística. Raúl Almenara creó y diseñó bajo esta premisa un espacio curvo, en forma de espiral en lo que es hasta hoy su obra más mediática, la casa del director del Ballet Nacional de España, Antonio Najarro.
La vivienda de Najarro fue diseñada en coherencia con su con identidad y vida propia, tomando los rasgos y peculiaridades de la danza en general y del propio director de ballet en particular. Revisionando su obra, su técnica, estilo y mecánica, la trayectoria de Antonio Najarro fue objeto de estudio y desarrollo para la inspiración del artista. ¿Cómo poder extrapolar el ritmo a un paisaje? ¿Cómo un artista puede plasmar la esencia de otro en una espacio para ser habitado?
Arquitectura al servicio de la danza. “Origen Alento”, la coreografía de Najarro fue la pieza de inspiración para que Raúl Almenara decidiera romper con lo establecido y ofrecer una reforma fuera todo convencionalismos. El origen de esta personal vivienda surge entonces del estudio de los bocetos realizados por el propio Najarro para dirigir a sus bailarines en el espacio escénico.
El proyecto se sirvió de esos croquis para entender el movimiento de los bailarines alrededor de la superficie, articulando la construcción a merced de la danza tradicional española. De este modo los espacios domésticos se deforman adoptando morfologías propias de las distintas técnicas de la danza. En consecuencia, esta idea fue llevada a todas las escalas del proyecto: distribución, acabados, detalles constructivos, mobiliario y todo tipo de objetos domésticos. El resultado; una curiosa y exitosa adaptación de la arquitectura a los movimientos artísticos de la danza de Najarro, o dicho de otra forma, la arquitectura al servicio de la danza.
El detalle. Algunos materiales y formas de construcción que se presencian en Casa Najarro son propios y identitarios del universo Almenara. El elemento estrella de esta construcción es la cerámica sin lugar a dudas, material estrechamente vinculado a la tradición de la arquitectura española. Otro material con mucha presencia es el microcemento. Éste viste el suelo, techo e isla de cocina de la vivienda, con diferentes gamas de rosa (tal y como se comprueba en la obra “Origen Alento”), que, de forma espiral, crean una atmósfera envolvente. Mención especial también a la estratégica posición con la que se han distribuido los espejos, piezas claves y usuales en los diseños del arquitecto. Ocultan pilares y amplificando el espacio, multiplicando la presencia de luz y figuras, así ocurre con las plantas del exterior y jugando a “desubicar” a quien permanece en la estancia.
"El resultado de todo lo trabajado con este proyecto es una vivienda contemporánea, fluida, que reinterpreta el origen de nuestra cultura a través de la danza para crear un espacio de actualidad. Se conjuga la fuerza, pasión y energía, heredadas de las raíces del folclore, y lo liviano, casi etéreo, propio del ballet clásico"
